domingo, 18 de enero de 2015

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Hoy iba a nevar en Madrid, eso decían los meteorólogos ayer
y ciertamente no ha nevado.
Alzo la persiana del dormitorio y veo el mismo paisaje de siempre, la casa de enfrente, el patio, la piscina comunitaria cubierta, y el césped artificial de un verde engañoso y antinatural.






Nuestro gozo en un pozo, pensaran algunos, otros se alegrarán de no tener problemas de tráfico.
Muchos no sabrán que han evitado alguna fractura de huesos al no resbalar sobre la acera cubierta de nieve derretida y helada.

La estampa de árboles y tejados con nieve es bonita, a todos nos gusta, mas por lo inusitado que ya suele ser ver esta megalópolis de coches y ruido cubierta por un manto blanco
que amortigua los sonidos.
Hoy no ha habido estampa post navideña y el día es simplemente gris, con una luz sucia y grisácea que desdibuja cualquier pequeño atisbo de belleza urbana.






Todo está mas feo si cabe y las ganas de pisar la calle son mínimas a no ser estrictamente necesario.

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Ayer tuvimos agradable compañía que siempre es grata para nosotros acostumbrados a nuestro mundo cerrado.
Almorzamos acompañados de nuestros amigos. Isabel y Cesar estuvieron con nosotros, ella pachucha, con unos dolores de estómago que no desaparecen.
Yo pienso que son los nervios fijados en su sistema digestivo que le producen dolor, indigestión, vómitos a veces y una tripa que no soporta nada, todo lo que come sale de una forma u otra.
Pobrecita Isabel, lo está pasando muy mal estos días de vuelta a Madrid.

Su marcha a Perú no le ha sentado bien bajo ningún aspecto. A nosotros tampoco, Cuca ha empeorado, sin saber el motivo, y tanto Cesar como yo mismo hemos adelgazado a base de comidas congeladas.

No hay mal que por bien no venga, suele decirse,  y la ausencia de Isabel nos ha permitido tener otras personas afectivas y cariñosas en nuestro limitado entorno.

Una mujer joven, Chari, y su hija Fabi, vinieron en su lugar y durante dos meses entablamos una relación muy satisfactoria para todos. Cuca estuvo bien atendida por ellas, y el vínculo afectivo ha sido firme y perdurable.

Ayer por la tarde estuvieron con nosotros y pudimos pasar una velada familiar muy agradable todos juntos.

Retomamos "El Señor de los Anillos" primera película, que habíamos dejado inconcluso y formamos parte de la compañía del Anillo durante una hora y media aproximadamente.
Orcos y Elfos, junto a nuestros héroes, pulularon por la casa llenándola de luchas, gritos, y amistad de la buena entre la compañía y nosotros mismos.






Estupenda jornada de sábado por la tarde amenizada con una buena degustación de piza y tarta de manzana horneada por
nuestra querida "nieta adoptada" Fabiola. Hábil cocinera que charla de continuo con su mami cuando ambas están en la cocina.
Me da gusto verlas, madre e hija unidas en una común faena que les da placer y conversación además de satisfacciones culinarias.

Gracias por vuestra visita y compañía queridas amigas.

emi


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