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| Ratisbona |
El día transcurre deprisa, tengo a Gatufo encima de mi regazo, Cuca mi esposa trata de jugar en su p.c., le cuesta, tiene que realizar un gran esfuerzo para mover el ratón y cliquear.
Su esclerosis va a mas, es ostensible que pierde fuerzas a un ritmo rápido como nunca antes había ocurrido. Y no podemos saber el motivo.
La he convencido para que jugara y parece que muy despacio lo está haciendo.
Está tan cansada que a veces se queda quieta, abstraída, y no hace ni dice nada.
Trato de animarla como sea aunque con frecuencia me faltan las palabras. No es fácil pues o te quedas corto en tu afecto y es duro para ella, o te pasas y se reblandece todavía más.
Lo adecuado en el momento preciso es la dosis que una persona, con una dolencia tremenda como esta, necesita siempre.
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| Berlín |
Cuando estaban mis pequeñas con nosotros también era necesario medir nuestra actitud cuando estaban malitas. Piden mucho mimo y si te pasas en ello luego se hacen mañosas e incluso desobedientes.
Los mayores tendemos a hacernos como niños y nos enfadamos cuando no nos llevan la corriente. Nos volvemos pedigüeños, unos mas que otros, y hasta exigentes.
Cuca, mi querida esposa, no es así. Nunca lo ha sido, jamás ha pedido para ella, todo lo contrario si pedía algo era para los demás, cosa que a veces a mi me sacaba de quicio.
Ahora tampoco pide nada, y si lo hace pareciera que va pisando huevos, le cuesta y no sabe como o cuando decirlo.
Será cosa de mi carácter fuerte, a veces imprevisible, y ella que es dulce y temerosa no sabe encajar la forma o escoger el momento mas adecuado.
No acabo de entenderlo, pero es lo que es, uno no se ve como nos ven los demás.
Pensamos que somos de una forma que no coincide nunca con la imagen que otros ven en nosotros.
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| Puerta de Brandemburgo Berlín |
Vienen mañana para una valoración y determinaran las sesiones y el precio.
Confío en que puedan mejorar los movimientos de Cuca y no le cueste tanto mover sus dedos o sus pies.
Veremos.
emi
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