El mundo está convulso y a mi solo se me ocurren bobadas
personales.
Es tal el cúmulo de noticias que la razón no da a basto para asimilar tantas barbaridades, homicidios, atentados, guerras, vaivenes políticos y económicos, es incesante y ya casi no prestas atención a casi nada.
Los informativos parecen crónicas del horror, un devenir de hechos tremendos que nos acompañan la comida y no interfieren en nuestra digestión. Será que nos estamos volviendo insensibles y podemos ir viendo toda clase de calamidades sin inmutarnos, tomando cucharadas de alubias, lentejas, partiendo el pollo, mirando fascinados la sucesión de noticias a cual peor que inundan nuestra mesa.
No deseo enumerar los horrores cotidianos, todos los tenemos si contamos con una tele, ¿y quien no la tiene?.
Parece ser que la buena noticia no es noticia, y si lo es la mala, muy mala o peor. Cuanto mas terrorífica mayor cobertura tiene en los medios que durante dos o tres días se hacen eco de ella hasta que un nuevo horror desplaza al anterior.
Pienso si puedo recordar alguna buena nueva y ahora mismo no se me ocurre.
Démonos tiempo para pensar o recordar y es posible que alguna surgirá. Le pregunto a Cuca, se toma su tiempo y nada, me dice que la buena es "que estamos vivos" pero esa no vale a nivel general, aunque todos los que leéis esto podéis pensar lo mismo.
Pregunto a Isabel, me dice que no, que no se le ocurre nada.
Y supongo que las habrá, seguro, pero no tienen ninguna difusión o relevancia.
Veamos en Google:
Un perro salta a las vías del metro para salvar a su amo Cecil Williams, de 60 años, cayó a las vías a pesar de los avisos de Orlando, que ladró y trató de evitar la caída. El perro se lanzó a las vías tras su dueño, al que estuvo lamiendo para intentar que se levantara, según relataron varios testigos a medios locales. Pocos segundos después llegó un convoy, aunque el hombre tuvo el reflejo de situarse entre las vías, donde el espacio es más profundo, por lo que dueño y perro sobrevivieron.
Cecil Williams fue trasladado a un hospital, donde fue atendido de un corte en la cabeza, siempre con el fiel Orlando a su lado.
Un gato salva la vida a un bebé de tres meses
Una gata callejera encontró al bebé y lo protegió dándole calor con su cuerpo para evitar que muriera por congelación.
El animal actuó por instinto intentando ayudar al pequeño. Se colocó encima de él para quitarle el frio y protegerle, y no dejó de maullar para pedir ayuda hasta que uno de los vecinos de un edificio cercano se asomó a la ventana, y les vio.
"Ella ha mantenido en calor al bebé durante muchas horas, maullando para pedir ayuda", afirma la vecina que encontró y salvó al pequeño, gracias a los maullidos.
La gata callejera era un miembro más del vecindario, al que todos alimentaban, pero ahora, además, se ha convertido en la heroína del barrio.
El bebé se encuentra hospitalizado recuperándose del primer susto de su vida en el hospìtal de la ciudad de Obnininsk. La policía está tratando de encontrar a unos padres, que mostraron menos humanidad que un gato.
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Y así dos o tres mas buenas noticias protagonizadas por animales, con lo que me reafirmo que estos "bichos" que nos acompañan suelen ser, a veces, mejores que nosotros mismos.
Seguiré pensando a ver si se me ocurren buenas noticias que contaros sin recurrir a google.
emi
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