martes, 25 de agosto de 2015

ABUELOS



Hace poco reflexionaba sobre el hecho de ser o no ser abuelo habiendo sido, como es lógico, previamente padre.

Pues bien, siguiendo con el tema dentro de mi cabeza he llegado a la conclusión de que ni lo soy, ni tengo ya ganas de serlo.


Muchos se preguntarán por que dice este sujeto que ni ganas de serlo, no es fácil de explicar y le he dado muchas vueltas dentro de mi coco.

Hay momentos, breves, que  envidio a los abuelos. 

Las criaturas de meses o de pocos años son encantadoras. Nos mueven a la mas profunda ternura y subliman nuestros mas íntimos sentimientos de protección y amor hacia ellos. Quien no va a envidiar el sentir amor por esos seres tan pequeños y frágiles que te tienden los pequeños brazos y piden cariño a tope.

Al poco tiempo te dan su manita y puedes pasear con ellos, y lo mejor te llaman abuelo, abu, yayo, o simplemente abuelito aunque seas un gigante al lado de ellos.


El placer es enorme cada vez que una persona ve a sus nietos pequeños. La ternura, el tiempo, la dedicación que a veces no se pudo tener con los hijos es para el nieto o la nieta.

Así era hace años al menos, pero ahora están cambiando las costumbres y mas que "nietos" se vuelve a tener "hijos", si hijos a los que cuidar, alimentar, velar, vigilar, y llevar al cole o la guardería día tras día cuando empiezan a no ser ya bebés. 

Durante dos o tres años los han criado en casa como una segunda versión de hijos, no se es abuelo o abuela, se vuelve a ser padre o madre, con los sofocos, apuros, temores, trabajos, sinsabores y todas las delicias que previamente proporcionaron los primeros hijos.


Pero a los hijos si pudimos educarles según su/nuestro criterio, a los segundos hijos-nietos ni tan siquiera eso, por que no somos sus padres y los que si lo son, hijos, yernos o nueras se encargan de recordarlo una y otra vez, según he escuchado a algunos amigos.

No es solo la falta de libertad que supone volver a criar hijos, ni el trabajo, ni el dinero, es simplemente el ser y no ser padres de ellos simultaneamente.
Se chupan todo el trabajo, los nuevos abuelos, como si fueran sus padres pero el criterio o la decisión de como educar NO les corresponde.

Tampoco hay ningún tipo de agradecimiento, al contrario se tienen que sentir contentos y agradecidos de ser utiles, y poder disfrutar de la compañía y el cariño de los nietos a costa del trabajo, la falta de libertad, de sueño y a veces las malas caras.

He visto y escuchado amargas quejas de algunos abuelos a los que conozco, que SI quieren mucho a sus nietos que prácticamente crían de ellos, pero en el fondo, muy en el fondo están hartos, cansados de repetir la historia de criar unos segundos hijos a los que muy pronto perderán de vista y sobre los que NO se les atribuye ningún derecho a opinar o marcar unas reglas educativas.

Con todo lo expuesto, y más que callo por prudencia, repito que
"no soy abuelo"  ni ganas de serlo.

Es duro de afirmar algo parecido, seguro que me pierdo algo bonito y grandioso que nos hace sentir mejores, soporto y soportaré las miradas de pena que me lanzan otros abuelos por el hecho tan triste de no ser abuelo como ellos, pero se que algunas veces, en el fondo, me envidian por no afrontar las responsabilidades, falta de libertad y trabajo que sufren ellos.

Pienso que la sociedad, el gobierno, la publicidad, los medios abusan alabando "la gran labor que desarrollan los abuelos" pero que poco hacen por ellos. 

Bonitas palabras, que buenos son, que labor tan necesaria hacen, y poco más.

Cuando estos mismos abuelos se vean solos, arrinconados en sus casas, o en un asilo, y ni los nietos ni los hijos vayan a ver
a los viejos, a los ancianos que les cuidaron y les ayudaron cuando hizo falta, quien se va a acordar de las miles de horas que gastaron haciendo una labor que no les correspondía, del cariño que demostraron hacia los pequeños, ahora mayores "que nunca tienen tiempo" de ir a verlos, de darles cariño, de devolver un poquito del amor recibido, y entonce que?.

Que se dice de ellos, el gobierno, la sociedad consumista e inhumana en la que vivimos, y finalmente los hijos y nietos a los que cuidaron y que están muy ocupados para cuidar a sus mayores o dedicarles algún rato de su tiempo en darles compañía y cariño.

Que labor tan útil y necesaria hacen los abuelos, sustituyendo a los padres, y que poco agradecimiento reciben luego cuando más necesitan del cariño de los que cuidaron y el reconocimiento de esa Sociedad Hipócrita que les alaba cuando son utiles y les olvida cuando dejan de serlo.

Luego, se mueren solos, miles de ellos en sus casas sin que a nadie le preocupe los más mínimo o se apolillan en una residencia esperando la visita que casi nunca llega.

Está claro que es mi opinión en base a lo que he visto y veo constante y repetidamente.

Espero no ofender a nadie y si lo hiciera pido perdon a quien se sienta como tal.





el gatufo

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